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Karina Larrauri: Con el alma al aire

En algún momento, el cuerpo muere, pero el alma es eterna y debe evolucionar… Y así como la canción de Alejandro Sanz, Karina Larrauri ha sabido reinventarse y ser auténtica, claves para abrir su corazón. Y en un soplo de aire fresco, invita a Chic a conocer su trabajo profesional de más de 20 años en los medios de comunicación.

Por Haydée Ramírez, julio 3, 2023

Karina Larrauri entró a los medios de comunicación por la puerta grande, de la mano de Freddy Beras Goico y Teo Veras, veteranos de la televisión y la radio, respectivamente. 

Su objetivo era mantenerse auténtica, siendo ella misma y lo ha logrado. Karina es una mujer de fácil trato, colaboradora. 

Tanto así, que llegó sumamente puntual a nuestra cita con Chic, abierta a que la peinen, la maquillen y la vistan. Después de más de una hora de producción, comenzamos a trabajar con las fotos. 

Posó para cada toma de Alina Vargas, nuestra fotógrafa, como si fuera la primera foto que le tomarían. No protestó nunca. Nunca dijo que estaba cansada, todo lo contrario: motivaba a repetir una pose o hacerlo mejor, buscando que el trabajo quedara bien.

Eso nos dejó claro que su éxito en los medios de comunicación no ha sido producto de la casualidad. Es colaboradora, y trabajar con personas así, hace que todo sea más fácil.

Karina nos abrió su corazón, nos contó su historia y nos habló de sus trucos de belleza que a ella le han funcionado, y de su carrera que, aunque estudió psicología, terminó desarrollándose en los medios de comunicación.

 Sus Comienzos 

Karina, comenzaste en la radio y la televisión de la mano de dos grandes. En la radio de la mano de Teo Veras y en la TV de Freddy Beras Goico. ¿Cómo fueron para tus inicios en los medios de comunicación?

“Yo siempre he dicho que tuve mucha suerte, más allá del trabajo, de que he entregado a mi carrera en los medios de comunicación, yo tuve muchísima suerte… Primero, porque no estaba buscando el trabajo. Yo me estaba desarrollando en otra área, que era la psicología, y me encontré por sorpresa una oferta de trabajo por don Freddy Beras Goico que, en ese momento, la verdad, yo lo asumí como un reto, porque dije: ‘¿tú sabes la cantidad de gente que está esperando una oportunidad como esta, para estar al lado de una persona como Freddy?’. Y bueno, lo asumí, en ese momento, como un reto. Luego que entré a la televisión, un año después, don Teo me llama para hacer un casting para la 91, y hasta el día de hoy ya tengo 23 años en la 91 FM…”. 

¿Qué significó para ti conducir un programa como Dominicana’s Got Talent?

“Dominicana´s Got Talent para mí fue, indiscutiblemente, una experiencia muy enriquecedora. Primero, porque trabajé rodeada de amigos. 

El productor Tuto (Guerrero) es uno de mis grandes amigos, Nashla (Bogart,) David, (Maler)… la verdad que fue una experiencia muy linda.

Pero, además, para mí tuvo, más allá de la oportunidad de que estamos hablando, de que es una franquicia internacional que todo el mundo conoce, y es que a nivel de producción y de realización, creo que ha sido una de las producciones más completas que se ha hecho en la televisión dominicana. Además, fue un momento muy particular en mi vida, porque yo incluso me había retirado al interior del país con ánimo de buscar un espacio para mí, por situaciones que estaba viviendo a nivel personal. Y yo recuerdo que Tuto me llamó y yo siento que fue un atrevimiento decirle que sí, porque estaba en un momento difícil. Y la verdad es que la experiencia de trabajar con ese equipo, de ver que un proyecto creció de la manera que creció Dominicana´s Got Talent, a mí me sirvió mucho a nivel profesional, evidentemente, pero a nivel personal, me enseñó mucho, incluso, de los que participaban en Dominicana´s Got Talent”.

¿De qué manera te cambió 12 y 2 como comunicadora?

“Primero, yo empecé en la 91 haciendo un programa musical. Yo era una disc-jockey que presentaba música en la emisora, y fui creciendo a nivel de intereses dentro de la radio. Yo siempre he dicho que, si voy a elegir un medio en el cual trabajar, siempre voy a elegir la radio.

A mí me parece fascinante poder atrapar a una persona sin tener que mostrarle nada visual, solamente a través de la voz, y lo que pasó con 12 y 2 fue una curiosidad que teníamos Sergio y yo en ese momento, que nos estábamos haciendo grandes; teníamos otros intereses, ya no queríamos solo presentar música, y 12 y 2 siento que fue ese proyecto que nos dio la oportunidad de representar la madurez que ya teníamos a nivel profesional, a nivel personal, porque ya no éramos dos niños, éramos dos adultos, teníamos familia.

12 y 2 nos dio esa oportunidad de opinión, de abrir un espacio donde nosotros tuviéramos la oportunidad, no solamente de presentar cosas, sino también presentar nuestra opinión sobre temas de interés nacional, y creo que eso nos ayudó mucho a mí y a Sergio como comunicadores, y a ajustarnos un poco a los intereses que ya teníamos”. 

 ¿Cómo nace el podcast After Dark?

“El podcast nació en la pandemia. En medio de la pandemia nosotros nos dimos cuenta, por personas que se nos acercaron, que había una situación difícil a nivel de salud mental, que era completamente normal, por todo lo que estábamos viviendo aquí y en todo el mundo. De hecho, fue un proyecto que nosotros no lo vimos para lucrarnos, todavía al día de hoy no hemos ganado un peso (Risas)…  

Este fue un proyecto sobre una necesidad que vimos a nuestro alrededor sobre temas de salud mental, de gente que no la estaba pasando bien, pero nos llamaba la atención que la gente no podía ponerle nombre a lo que le estaba pasando, que no solamente no podía ponerle nombre, sino que no tenía idea de lo que estaba viviendo, a donde tenía que ir, y cuál era el profesional que tenía que visitar, porque lamentablemente en República Dominicana se habla poco de salud mental.

En ese momento, en medio de una pandemia donde el trabajo estaba limitado, nosotros dijimos: ‘¿cómo podemos hacerlo?, ¿cómo podemos ayudar?… Bueno, vamos a abrir un podcast, vamos a empezar a grabar, vamos a dar el testimonio de la misma gente que se nos ha acercado’, y así nace el podcast de Karina y Sergio: After Dark, que nació con el ánimo y sigue siendo con el ánimo de colaborar con esa gente que está atravesando temas de salud mental”.

¿Qué te da paz?

“Mi casa, mis hijos, mi familia y el mar”.

Hemos visto que en ocasiones has dicho que te gusta estar descalza. ¿Qué placer te provoca estar descalza?

“Yo no sé, creo que eso es libertad. A pesar de que los uso mucho por mi trabajo y los he usado toda mi vida, yo nunca he sido de zapatos altos. De hecho, tengo una historia muy cómica con mi mamá, porque yo era súper varonil, marimacho.

En ese tiempo, mis amigos eran varones, y yo andaba en tenis, t-shirt y en jeans… Yo no era, ni nunca fui, una niña presumida. Entonces, siento que andar descalza me da la libertad que siempre he buscado. Yo soy una persona que no necesariamente le gusta mucho el adorno social, o sea el maquillaje, el peinado… sin embargo, lo hago porque es mi trabajo, me lo disfruto, pero si tengo la oportunidad de andar descalza, ando descalza, pero tanto así que yo he salido a pasear a mi perro en la residencial descalza”.

Karina Larrauri, una mujer bella por dentro y por fuera 

Karina, hablando de belleza, ¿cómo te mantienes en forma?

“Soy muy disciplinada. Me gustan los deportes. Ahora, soy disciplinada porque me gusta. Sin embargo, tengo muy buena genética. Mi papá tiene más de 80 años y si lo ves, tú dices: “ah, ya entiendo todo”. 

Yo tengo una carga genérica buena, por mi padre, que es una persona que siempre fue delgada, que siempre fue musculoso y nunca hizo ejercicio. Sin embargo, creo que eso, combinado con la disciplina que siempre he tenido con el tema de los ejercicios y los deportes, es lo que hace que pueda hablar de mi figura”. 

¿Cuál es tu rutina de belleza para cuidar tu piel? ¿Eres de las que les cuesta desmaquillarse en las noches?

“No, yo soy ‘cremera’. A mí me gusta quitarme el maquillaje y durar diez horas, y después de eso, ponerme una crema y arriba de eso, otra crema. Yo soy super ‘cremera’, soy una persona que desde los 15 ó 16 años estoy comprando cremas y poniéndomelas, porque lo disfruto. Creo que ahora, de manera consciente y como adulta, digo: ‘qué bueno’, porque es un espacio de tiempo para mí, no creo que de joven lo creyera o lo pensara desde ese punto de vista, pero fue un hábito que adquirí siendo muy joven”. 

¿Cómo cuidas tu cabello?

“De verdad, te digo, que últimamente le estoy prestando atención al pelo, porque por mucho tiempo duré con el cabello corto, corto, corto y, prácticamente, era por practicidad, porque en cinco minutos estaba lista.

Lo que hago ahora es que tengo mi shampoo para el cabello fino, trato de usar muchas cosas naturales. Cada cierto tiempo, me doy tratamiento profundo. Ahora, no es algo que hago de manera sistemática, pero sí le presto atención ahora que tengo el pelo largo”.

¿Cuál es ese secreto de belleza que te ha funcionado?

“Yo nunca fui una persona de llevar el pelo recogido para el trabajo. Sin embargo, aprendí que en momentos en que no tengo a nadie que me ayude, o me asista para peinarme, aprendí a utilizar el pelo recogido y eso no tiene error. Usted se divide el cabello en dos, se peina el cabello hacia atrás, se hace una cola y cualquier cosa que usted se ponga, lo viste. Yo creo que es un truco fácil que uno puede utilizar en cualquier momento”. 

¿Cómo te defines para vestir?

“Relajada, creo que ese es un buen término. No sacrifico mi comodidad. También me gusta verme bien, pero no me gusta sentirme incómoda con lo que llevo puesto. No me gusta que me apriete mucho, no me gustan los grandes escotes en el frente. Lo que yo trato, con la gente que trabajo, siempre ha sido el tema: ‘que esté cómoda’”.

¿Te sigues sintiendo marimacho?

“Yo creo que no. Mira, esa historia termina con que mi mamá, que a la mala me dijo: ‘vas a John Casablanca’. Y yo que no, ¿para qué? Y ella: ‘Vas a John Casablanca’. De ahí, salí sabiendo usar zapatos altos, sabiendo desfilar en pasarela, gané el concurso de fotografía con Mickier Muniel.

Yo creo que, de ahí, salí entendiendo que no tiene nada de malo ser femenina, que no tiene nada de malo dentro de mi femineidad buscar esas cosas que me hacen sentir cómoda”.

¿Qué no te quita el sueño?

“Lo que opine la gente sobre mí. Hace rato. Creo que tuve alguna oportunidad en la vida en la que me afectaba, sobre todo cuando comencé a trabajar en los medios de comunicación. Mi trabajo está muy expuesto, el tipo de trabajo que uno hace no tiene porqué gustarle a todo el mundo. Incluso, podemos ponerlo dentro de lo que es el arte.

Una persona puede ver un cuadro y decir: “ay, qué lindo”. Y otra persona pasar por el mismo cuadro y decir: “es horrible”. Entonces, al principio me costaba aceptar la crítica. Sin embargo, ya a esta altura de mi vida no me quita el sueño”.

¿Cómo haces el balance para una mujer que es esposa, madre, que trabaja, y tiene que tener algún momento para ti?

“Lo he ido aprendiendo. Yo creí que estaba bien mi balance hasta antes de la pandemia. Pensé que el balance estaba correcto, que había logrado un espacio de tiempo, así como tú dices para mis hijos, para mi familia, para mi esposo, para mi trabajo. Sin embargo, me di cuenta, de unos años para acá, que el espacio mío no estaba. Entonces, he ido trabajando en eso y creo que lo he logrado.

Finalmente, el balance, aquellas cosas que tienen que ver con mi trabajo, aquellas cosas que tienen que ver con mi familia, y los espacios en solitario que ya busco y que protejo, que cuido y defiendo”. 

Cuando te llamaron para Dominicana´s Got Talent, tú te habías ido a Samaná sola. ¿Te sientes cómoda estando sola?

“Me encanta… La soledad elegida. La soledad que elijo me gusta, la busco y la defiendo, últimamente.

La soledad que no es buscada, no necesariamente es linda. Sin embargo, he aprendido a hacer las paces con esos procesos, que quizás no son tan amigables y que son dolorosos. He aprendido a abrirle la puerta: ‘ven, siéntate ahí dolor, vamos a hablar un poquito sobre esto’, y cuando te tengas que ir, te vas… Yo creo que he aprendido a lidiar con todo lo que me trae la vida”.